• FECHA DE LANZAMIENTO /2017
  • CATÁLOGO /HIP005
  • SELLO /Hipnótica Records
  • FORMATO /Digital

Lista de pistas

Sobre el álbum

En el Cuarteto Oriental confluyen cuatro grandes de la música rioplatense que a la vez dialogan con otros lenguajes como el jazz, el funk, la fusión y la samba.Formado en el año 2011 con el fallecido Osvaldo Fattoruso en el ensamble del cuarteto, el grupo  retoma la actividad con Fabián Miodowick en batería y percusión. La fórmula del grupo es fácil de enunciar y difícil de emparentar: el equilibrio entre los criterios del jazz con el pulso territorial del candombe, montados sobre un espíritu proclive a la fusión y una enorme pericia técnica que sin embargo no sobreexponen en estudio como en los conciertos.

Revisiones

Daniel Maza, Hugo Fattoruso, Leo Amuedo y Fabián Miodownik son el Cuarteto Oriental. Todo dicho, la calidad y el buen gusto están garantizados. Una amalgama de funk, jazz y sabor uruguayo que presenta su segundo disco. Imperdible.

Esta gente no puede tener más swing. Arranca Sin corbata y los pies se mueven solos. El bajo de Daniel Maza (inconfundible), y las teclas de Hugo Fattoruso, con la batería de Fabián Sapo Miodownik sacuden todo. Sutil, la guitarra de Leonardo Amuedo canta. Es Funkiando, tema de Maza que es una suerte de marcha camión-funky. El siguiente track, La vuelta, de Fattoruso, más complejo en su estructura, también es bien arriba. Cada tema es una joya y hay para todos los gustos. Con sobriedad, sin invitados y sin voces, todo instrumental.

Sería largo e innecesario describir tema por tema, pero es bueno destacar que los cuatro músicos aportan como compositores, a lo que se suma un tema no muy conocido de Eduardo Mateo, Pizza para la mañana (7), único préstamo que toma el grupo.

Cuatro notables instrumentistas uruguayos, de tres generaciones distintas, tocando juntos. De eso se trata este supergrupo oriental, al que vale la pena ver en vivo. Mientras esperamos sus presentaciones, este disco es un gusto del que no nos podemos privar.

Párrafo aparte para la bellísima presentación gráfica, que incluye una obra original en su interior, algo que la virtualidad digital no permite, por cierto. El arte es de Mili Rabasa, bravo por ella y por el cuarteto que le comisionó el trabajo.

– Club del disco